Historia de las Piedras & Agua
La Maná - Ecuador
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El enigma del dólar y su poder
La montaña de los dioses y la tercera pirámide
La especie humana en general y los pueblos en particular, conservan inextinguibles en su espíritu, una, aunque mortecina luz del pasado. Ningún pueblo pequeño o grande, civilizado o primitivo, carece de una conexión con el pasado.
En las civilizaciones que devienen en el curso de la Historia, las posteriores destruyen y tratan de borrar todo vestigio histórico o tradicional , toda cosmo visión de la civilización anterior.
Existe ahora al declinar el siglo XX, al terminar el siglo de la Era llamada cristiana, al finalizar la Era de Piscis y comenzar la de Acuario del cúmulo de datos del pasado del hombre, que todos empezaron a sospechar que algo anda mal. Se ha entablado una lucha entre la ciencia llamada “oficial” aquellos que despreciando los lineamientos arbitrarios de los “fabricantes de la Historia” tratan de encontrar la respuesta a tremendas interrogantes como la vida y la muerte, el origen y fin de sí mismo. Y como diría “E. Jourdain” La Historia Universal es su apartado de civilizaciones y cultura no es una línea recta hacia un final sino una espiral que resurge eternamente.
Y en esta hora cuando el hombre ha puesto sus pies en la luna y olea las inmensidades del Universo, se resiste, no quiero aceptar su soledad en el cosmo. Historiadores e Historicistas se encuentran divididos ahora. Los Historiadores con una postura de “Magister Dixit”, anatematizan a los historicistas que se atreven a desafiar sus reglas, pero el historicista funciona en un campo más amplio y libre que el historiógrafo o cronista que por lo general está alineado con un prejuicio.
Por esto ahora, la batalla del historicista versus “Historismo” ha comenzado. Triunfará el historicismo que no es el relato ni crónica fría mal intencionada, prejuiciada e interesada del “historiador”.
El, historiador crea doctrinas. Y como Nietzche crea una secuencia filosófica trascendente.
Ahora el Sociólogo, el Antropólogo, el filósofo, el poeta y literario y todo el deseo de pensar lentamente, con miedo y curiosidad empieza a abrir la puerta del mundo del mito; como que presintiera que en ese mundo nebuloso y distante podría encontrar las respuestas a las dudas del mundo.
II
La Humanidad actual comienza a tener una conciencia global de si misma, y solo en un lapso de aproximadamente 6.000 años. Los datos parciales van hasta los 18.000 años; los vestigios de civilizaciones perdidas parecen tocar los 300.000 años; y la huella del “Homo Sapiens” parece rozar los 2’500.000 años.
En la hora presente la humanidad se ve entrampada entre las cosmogonías religiosas, la selección de las especies de la moderna ciencia ponen en tela de duda todo lo anotado en el párrafo anterior.
Presidente y “sabe” que no fue así como comenzó su historia. Apegado al suelo, con ansias de infinito, el hombre se debate entre dos nadas: un pasado y un futuro que desconoce, y yace en un presente angustioso que amenaza ominosamente su existencia.
Será por esto que la humanidad presente angustiada, frustrada y sangrante proyecta su mirada, tiende sus brazos, los unos hacia el pasado y otros hacia el futuro. En algún sitio del planeta; en la lejanía galáctica; en algún momento del porvenir aunque sea más allá e la muerte debe existir un lugar donde es posible ser feliz.
Los viejos paraísos fueron frustrados en su inicio. La Edad de Oro de Hesíodo tuvo su caja de Pandora, y el jardín del Edén de Moisés tuvo su serpiente, el hombre salió perdiendo en los dos.
Ante la imposibilidad de hacer realidad los anhelos de justicia, libertad y amor, en fin de felicidad, el hombre creó la Utopia, un lugar exactamente en la mitad de ninguna parte: Utopia del griego = Ouno y topos = lugar, un lugar que no existe.
La cadena Utópica es larga, nos llega hasta hoy, al declinar el siglo XX de la era cristiana, según los cristianos de Occidente; Hesíodo, Platón, Thomas Moro y los demás tomaron su inspiración de aquellos paraísos perdidos; hasta el poeta inglés Milton tiene una obra con este nombre, por lo que no es extraño que personalidades importantes en las Ciencias Sociales como Mamheim, Marcuse, Pape: Goodman, etc hayan dedicado una parte de su obra a la utopía.En 1844 empieza la utopía marxista que se junta en la “Internacional”, cuyas estrofas ofrecen realizar “un paraíso sin César, ni burgués, ni Dios”.La utopía religiosa es también caudalosa. Desde los profetas del antiguo testamento, que atacan rudamente a los ricos: Amos, Oseas, especialmente Isaías, que promete “Que reinará la alegría y las naciones fundirán sus espadas en arados y sus lanzas en oces”; hasta San Agustín con su ciudad de Dios. Incluimos al Quijote con su insula barataria.Desde la llegada de la primera pirámide a los Estados Unidos de América más de 350 “utopía” se han creado en ese país incluyendo las que llegaron de Europa. Recomendamos leer la obra Lewis Munford: The Story of Utopía (La historia de las Utopías)
III
Una vez que ideas utopías de Leonardo de Vinci, Julio Verne y una pléyade de generadores de ideas utópicas, se han hecho y especialmente el científico empieza a preguntarse si después de todo, en los mitos del pasado no se encuentra la respuesta los acuciantes problemas de identidad del hombre de hoy; si a lo mejor el mito no sea sino una verdad mal entendida y deformada por el tiempo.
La idea más fija en la mente atávica del hombre; lo que lleva profundamente impregnada en su ser, se refiere a una montaña, a un árbol, a una piedra y finalmente a un cierto tipo de agua.
La civilización Sumeria nos ha dejado toda una amplia información de un lugar de la tierra donde se obtenía el “agua de la vida”, donde existían las piedras que curan o enferman y donde crece el árbol del pan”. Lo llamaban el “Mundo inferior”, el Abzu y el A-RA-LI: “Lugar de las aguas de las resplandecientes vetas”.
Hombres de todos los tiempos han buscado este lugar. ¿Dónde estaba el Abzu? Traductores oficiosos nos dicen que era considerado como el país de los muertos, pero una tablilla en el Museo de Louvre nos dice:
“Un rico suelo, amado de Enki
Rebozante de riqueza, de perfecta plenitud.
“Que abundosos ríos lo surcan”
Esta descripción está muy lejos de ser un país de los muertos.
William Francis Albright, uno de los brillantes “sumereólogos”, Thorkild, Jocobsen, Charles F.Jean, en sus obras: “El mundo de Arali” “La aventura intelectual del hombre antiguo””, y “La religión sumeria”, sostiene que el país de las “aguas fluyentes” realmente existió, aunque no en las llanuras sumerias, sino en el “Gran Abajo”, en el “Mundo inferior” en el Arali “el basamento de la tierra” en el ángulo del collar de los mares”.
El país de UT- TU; “el país de los senos de fuego” se encontraba:
“Al final del distante mar a 100 berru de agua
está el suelo de ARALI allí donde sus piedras verdes azules sanan
A ti puro suelo
Donde aguas abundantes fluyen rápidas, a la morada de las aguas fluyentes el Señor se dirige…En las tierras de las aguas fluyentes Enki de las “Aguas puras” su morada estableció. En el centro del Abzu su gran santuario estableció.
Mucho se ha especulado sobre el significado de o de las “Beru”, al parecer medida de longitud, la mayoría de los autores consideran sin embargo que “cien beru” podrían significar por lo menos 5.000 milias. En cuanto a su posición geográfica, todos concuerdan que se encontraba al suroeste de Sumer; por el cual el intento de autores ingleses y norteamericanos, alemanes y franceses de situar el Abzu en el África del Sur es ridículo.
La entrada al Abzu que en realidad significa: “la fuente primigenia y profunda, estaba en el río de los peces y aves”.
El Arali fue un territorio muy resguardado, estaba reservado solamente a ciertos personajes conocidos con el nombre de “dioses”. Guardias armados con terribles artefactos impedían el acceso a los intrusos. ¿Por qué? Pues porque allí se obtenía el “agua de oro” o el “agua de vida”. o como dirían mucho después los griegos el Thegrema. En la tabilla que se muestra puede verse a “El señor de las aguas fluyentes en al operación de obtener el “agua de vida”. El recuadro a la izquierda en idioa cuneiforme dice: “Tomad el agua muerta y con fuego y la sal le devolverás la vida”. Bebedla para obtener el salud y vida” “del árbol del pan comerás su fruto y con su hoja de tres dedos y el” agua de vida” “harás una bebida para purificar tu sangre”.
“Yo Ea el señor de ABZU”.
V
Luego vino la decadencia de los “dioses”; unos dicen que se fueron y otros que se envejecieron como todo en este planeta.
En todo caso se ha probado que una civilización en decadencia o frente a un próximo desastre o cataclismo, siempre deja una memoria para el futuro y estos seres lo hicieron; grabaron en piedras su mensaje.
Antiquísimas tradiciones señalan por lo menos 4 archivos del pasado: las pirámides de Egipto, las pirámides Aztecas, algún sitio estratégico en el desierto de Gobi y la “Montaña de los Dioses”, al suroeste más allá del mar”.
Aparte del “agua de vida”, el “árbol del pan”, y las “piedras que curan o enferman”. ¡Qué se supone contiene la montaña de los dioses? Los 3 elementos citados son de origen natural, han estado allí siempre y lo seguirán estando. Pero una remota civilización posterior formada seguramente por los descendientes de los “dioses” o por discípulo de aquellos, convirtieron al lugar de la “fuente de aguas primigenias” ay en ruinas, olvidando o perdiendo el sistema de refinación del “agua de vida” olvidando el uso de las piedras que curan o enferman y perdido los instrumentos para su elaboración; remontando en la selva lujuriante “el árbol del pan”; el Abzu se convirtió en el depósito de memorias de mensaje grabado en piedras que indican el camino que el hombre debe recorrer hasta llegar a su próximo esta de perfección; instrucciones para rectificar la senda si el hombre se hubiera extraviado de su meta final.
El sitio exacto del Arali no fue olvidado completamente, algunos “iniciados” llegaban periódicamente a depositar en sus grutas o ruinas sus últimas vivencias o recuerdos antes de morir. Otros olvidando el sitio exacto deambulaban por la región grabando en piedras los símbolos que podían recordar, estaban poseídos del impulso atávico de comunicar a la posterioridad el mensaje perdido o por lo menos la parte que lograban recordar.
Los símbolos del pasado se encuentran diseminados por todo el mundo, pero el hombre moderno, el científico moderno y salvo poquísimas excepciones, se encuentran totalmente desorientados y absortos ante el misterio, cuando no lanza epítetos peyorativos ante las huellas del pasado.
El padre Pedro Porras Garcés en la introducción a su importante tratado sobre la Arqueología e Historia del Valle del Quijos, de manera dramática frente a un monolito dice: “ Frente a frente, mirándonos de hito en hito, desde enormes y profundas cuencas vacías hay un monolito antropomorfo. Las manos juntas y pintadas en toda su persona una expresión de angustia infinita, algo como el afán de comunicarnos algún secreto, de vencer ese encantamiento de siglos en que le unió algún genio poderoso de la selva”.
Esto es, “todo signo del pasado tiene esa angustia infinita, algo como el afán de comunicarnos algún secreto”. Pero los arqueólogos y antropólogos modernos no quieren o no pueden comprender.
El mismo padre Porras consigna en su obra ya mencionada los gráficos de los petroglifos encontrados por él, cuyo significado confiesa no entender y así lo expresa: “ El lenguaje de los seres idos es como el de los mudos: nos habla por signos en los que ponen toda su emotividad; pero al no ser iniciados en ellos no los podemos entender. “Estos signos, contrariamente a cuanto alguien pudo sospechar, no son obra de puro entretenimiento; todos ellos significan un hecho, un mito, una tradición, una enseñanza o si quiera, un ¡Alto ahí! A las potencias del mal. Estas rocas son mudos epitafios de pasados generaciones, as cuales sin embargo, no nos dejaron a quien preguntar para aprovecharnos de su testimonio”.
Si hemos citado y reproducido pates importantes del extraordinario trabajo del padre Porras, ha sido para demostrar que la Arqueología y la Antropología actuales no tienen la capacidad para entender correctamente el mensaje del pasado. Todavía nos encontramos en la fase descriptiva y se necesita entrar alza fases siguientes que son la interpretativa y luego la aplicativa de este modo es posible que como anhela el padre Porras podamos “aprovecharnos de su testimonio”.
El haber olvidado el “Mensaje primigenio” dio lugar al nacimiento del paganismo del animismo y de la magia, todo lo cual constituye una torpe aberración de lamente humana.
Las religiones monoteístas son un esfuerzo espiritual gigantesco que trata, aunque sin lograrlo completamente, de conducir al hombre hacia el “Dios único del cielo”.
Ahora le toca a la ciencia encontrar la respuesta, pero a la ciencia libre, de cantidad humana y no solamente la suelo y sus miserias.
VI
Aunque se perdió el “Mensaje”, sin embargo el anhelo por encontrar el “lugar” no se perdió jamás. La búsqueda e la “Montaña sagrada” se mantuvo siempre viva. Grupos de iniciados emprendieron la búsqueda y realizaron expediciones a través de mares y montañas. Para señales eternas las pirámides egipcias fueron construidas al lado oeste, muy posteriormente hasta Buda dice: Bude (La iluminación) no se encuentra lejos de aquí. El reino de Buda es el lejano paraíso del oeste……
(Las enseñanzas de Buda, “Capítulo V La Salvación; Verso 4; Pág. 213)
Las personas, pueblos y épocas que han buscado la “Montaña de los dioses” es enorme. “Hacia el oeste” era la consigna; nada las detenía. Aquí descrepamos parcialmente con arqueólogos y antropólogos quienes sostienen que los hombres se movieron hacia el Occidente solo en busca de comida, esto puede ser así pero no siempre. Vinieron grupos organizados en busca de la tierra de los “Signos de los dioses”, donde el sol alumbra todo el año y donde de encuentra la fuente de “agua de vida”.El “Agua de Vida” y la tercera pirámide han sido buscadas secretamente desde hace mucho tiempo.Un documento fehaciente que reposa en nuestras manos demuestra que la Universidad de Vermont Estados Unidos de América; mandó una comisión de científicos en busca de lo arriba anotado; se detectó algunos vestigios de Loja, Cuenca y Cayambe; el documento indica que encontraron piedras grabadas en un idioma que ellos clasificaron como “Pre-minoico”, pero nada más.El algún enclave remoto de la Cuenca del Guayas, República del Ecuador, se indica el enorme granito, cuya foto se inserta, se encuentre la “Montaña de los dioses” con su fuente inagotable de “Agua de vida”. La tercera pirámide y muchos documentos del pasado como la piedra de jaspe rojo en al que se encuentra grabada la Tabla Esmeraldina de Hermes Trismegisto, cuya interpretación es profundamente científica con los más ultramodernos conceptos de una formidable cosmovisión. Muchos mensajes están allí para convertir a esta Patria el Ecuador en el faro más luminoso de un mundo extraviado. “Ecuador, dijo alguna vez benjamín Carrión, no podrá competir con las grandes potencias en el aspecto material, pero podrá hacerlo en las faenas del espíritu”. (Atahualpa, Clásicos Ariel38; Pág. 15)VIILa tierra soñada por la humanidad se llama ahora República del Ecuador. El Arali donde una civilización superior encontró un seguro refugio está aquí y su luz volverá a alumbrar las almas de los hombres y su ”agua de vida” devolverá la salud a sus estructuras biológicas y sus piedras azules, negras, verdes convertidas en preciosas gemas regularán el sistema nervioso de una humanidad extraviada por una tecnología electromecánica en manos de mercaderes sin conciencia.La pirámide el “Signo de los Dioses” tiene 19 escalones, se puede contar tanto del signo del Dollar como el tercer signo. Se cuentan 13 escalones de abajo a arriba, los seis restantes son ocupados por el “ojo de luz”. El numero $ representa el peso atómico del oro; cuando el “signo” es encontrado, el noble metal empieza a ser explotado en abundancia tal que se puede cambiar la suerte de la Nación, siempre por supuesto que no caiga en manos de los “corruptos”.¿Podrá la actual República del Ecuador enfrentar el reto de la resurrección de un pasado glorioso? Este aflorar del pasado no puede no debe ser presionado o denigrado por personas o entidad alguna sea privada o pública, pues Eli Guitsotna también “siente horror por el estricto mester de Arqueología”. “Desconfío, dice, de la Arqueología cuando quiere asesinar lo maravilloso y legendario” (Alejandro y Benjamín Carrión en “Atahualpa” clásicos Ariel 38; Pág. 16). Cualquier presión imprudente convertiría los maravillosos vestigios de un pasado glorioso en una “Ficción Histórica en tercera dimensión”.El signo de los Dioses está en el Ecuador, a buen recaudo de los que lo buscan para con su poder, ejercer la esclavitud y el dominio. La tercera piedra traída a la tierra por los Dioses- Águila está en nuestro territorio, sitio exacto de Arali. Ha llegado la hora de la redención y el castigo, de la liberación y la nueva vida. Hemos llegado a la meta. Solamente los de ojos limpios podrán ver y los de lengua sana podrán beber. Hemos estado en “La Montaña de los Dioses”.¡Nos ha sido revelado el Gran Secreto!¡Somos Hijos de Acuario
!El gran cambio se aproxima!
Investigación de José Guerra Castillo
Tomadas de los Archivos Akasicos y dictada por el Maestro Eli- Guisotna. Exclusivo para diario EXPRESO.
Pedimos disculpas a los numerosos lectores de toda la República que han esperado pacientemente la publicación de este cuarto capítulo que completa la serie de revelaciones que culminan con la publicación de LA TERCERA PARTE, la Piedra más Famosa del Mundo. Fue muy difícil fotografiar las piedas. Lástima no reproducirlas a color. La serie de este fotografías son auténticas tal como puede apreciarse en la que aparece al autor de este trabajo con la Tercera Pirámide y la piedra Esmeraldina de Hermes Trimegisto.
Grandes y terribles acontecimientos que avecinan. El Ecuador sobrevivirá de La Gran Prueba. Estamos en la tierra de Arali, donde se levanta “La Montaña de los Dioses”.